La magia de pintar al pastel
27 de Septiembre de 2016

Además de acudir a nosotros para la enmarcación de cuadros en Madrid Centro, puedes hacerlo para equiparte con todo el material de pintura que necesites. En entradas anteriores ya hablamos del óleo y la acuarela. En esta queremos centrarnos en otra de las opciones: la pintura al pastel. En las siguientes líneas conoceremos sus características y las posibilidades que nos brinda.


Estamos ante una técnica que data del siglo XVII y que pronto adquirió una importancia similar a la del óleo, la que más se había utilizado hasta entonces para los retratos. Como técnica pictórica, el pastel contiene mayor cantidad de pigmento que el óleo o la acuarela. En ARTISA te recordamos que esa mayor cantidad de pigmento es la que confiere al pastel su característica vivacidad. Hace tiempo se pensaba que el pastel era menos resistente a la luz que otros tipos de pintura. Algo para nada cierto ya que toda pintura sufre el efecto de la luz directa. Otra particularidad del pastel es la casi total ausencia de sustancias orgánicas como los aceites que, por ejemplo en el óleo, operan como aglutinantes. 


Dentro de la pintura al pastel hay varios tipos según su dureza. Con los más blandos cubriremos mejor las superficies y lograremos un mejor difuminado. En cambio, con los pasteles de más dureza trazaremos mejor las líneas y los contornos. Es fundamental que las pinturas al pastel sean protegidas con un cristal cuando estén terminadas. Lo cierto es que lo haremos con cualquier obra cuyo soporte sea el papel o el cartón (acuarela, dibujo, grabado…). En nuestro estudio de enmarcación de cuadros en Madrid Centro nos haremos cargo de ello. 

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