Cuando alguien nos trae un retrato a un nuestro taller de enmarcación en Madrid Centro para que se lo enmarquemos, siempre pensamos en el don que tienen algunas personas para captar la esencia de otras y plasmarla sobre un papel. Porque eso es lo que consiguen al fin y al cabo los buenos retratos.

Como género pictórico, el retrato es uno de los más complicados ya que implica tener una visión casi fotográfica de la realidad y saber plasmarla en todas sus dimensiones y en las proporciones exactas. Por eso, antes de realizar un retrato es importante que se elija con cuidado el tipo de material con el que se va a realizar (lápiz, carboncillo y tinta suelen ser los tres habituales) y dominar muy bien la técnica del dibujo. Sea cual sea el estilo, el dibujo se utiliza como base del retrato de ahí que sea tan importante dominar la técnica.

Por otro lado, no basta con ser un experto dibujante. Hacer un retrato requiere pasarse mucho tiempo estudiando los elementos del rostro de una persona para plasmar tanto sus características estéticas como su expresión, sus gestos… en definitiva, lo que va a hacer que una persona sea tan reconocible en algunos retratos y tan poco en otras. A nuestro taller de enmarcación en Madrid Centro han llegado retratos que han sabido captar a la perfección no sólo los rasgos físicos de una persona sino su carácter y personalidad.

Si hablamos de retratos, la Gioconda o Mona Lisa de Leonardo da Vinci es el retrato por excelencia. La historia del cuadro, su innovación en el campo del retrato y el uso del esfumato como técnica de difumina los contornos, han hecho de este cuadro un referente en el mundo de la pintura.

En Artisa encontrarás todos los materiales que necesitas para dibujar y pintar. Y después, tráenos tus creaciones y te las enmarcaremos en nuestro taller para que las puedas lucir en tu casa.